En la
primavera de 1882 en París, en la mansión del Conde D´Aroy, se encontró sobre
la cama de la habitación, el cuerpo sin vida de la condesa; medio desnuda, con
las piernas y los brazos extendidos. El sargento Rioux de la Sûrete , no tenía
dudas de que era un homicidio.
François – Eugene VIDOCQ, le preguntó:
"¿Encontró el arma?" Rioux exhibiendo una caja contendiendo dos
pistolas de duelo, dijo "una de éstas es sin duda la asesinó, pertenecen
al conde". ¿Y el móvil?, y contestó el sargento "La condesa era mucho
más joven que su esposo y tenía un amante. El Conde se dio cuenta y la mato, ya
lo arrestamos".
"Esta usted en un error –dijo Vidocq- hay que
buscar a un jugador que haya adquirido recientemente algún diamante –señalo una
cómoda- se ve que la cerradura ha sido forzada. La forma en que está vestida la
Sra. Indica que esperaba a un amante y no al esposo. Además el orificio de la
herida no la pudo haber hecho una pistola del conde, es de tamaño de los que
hacen una pistola de bolsillo de caño corto, como las que tahúres llevan
escondidas en la manga".
Cuarenta y ocho horas después VIDOCQ localizo al
jugador y ratero llamado DELORO, se ocupó el arma y se localizó al comprador al
cual DELORO vendió un anillo de diamantes de la condesa. Ante
las pruebas DELORO confesó el homicidio.
VIDOCQ, es considerado el primer investigador
profesional. Fue el creador de la Sûrete (oficina de Investigación
Criminal de la Policía francesa), establecida en 1812 y encabezada por
Vidocq hasta 1827. Esta es modelo del Departamento de Investigación
Criminal de Scotland Yard y del FBI, así como de todos los orígenes de
departamentos del mundo de su género.
Esta línea de pensamiento es la que debe
primar en todo investigador. Los investigadores novelescos (detectives) están
inspirados en hombres verdaderos como Vidocq; el cual inspiró personajes como
Hércules Poirot de Agata Christie. El mismísimo Sherlock Holmes; fue escrito
por un ex sargento de la policía británica, y oficial del servicio secreto, Sir
Conan Doley. De estos podemos rescatar la forma de asociación de ideas y una
gran observación, que en definitiva es el ABC de la investigación.
Holmes era especialista en describir a
una persona por el estudio de los objetos. A pesar de estar inspirado
en un personaje de ficción, no por ello deja de ser ilustrativo.
Un visitante olvida su pipa en la casa de Holmes.
"este hombre –afirma el detective- debe apreciar mucho su pipa,
es vigoroso, zurdo, posee excelentes dientes, tiene hábitos que
demuestran inteligencia y una fortuna que lo pone al abrigo de
la economía". Watson le pidió las premisas de tales conclusiones,
aquel contestó: "Esta pipa debe haber costado seis chelines y ya ha sido
reparada dos veces, por medio de un anillo de plata cuyo valor debe
ser superior al del objeto mismo, lo que demuestra el aprecio que debe tenerle
su propietario, puesto que a precio igual prefiere hacerla reparar
antes de comprar una nueva. Tiene la costumbre de encender la pipa con lámpara
o en un pico de gas, pues si observáis bien, veréis que esta toda quemada
en uno de los costados, lo que seguramente no ha sido hecho con un fósforo, ya
que de nada serviría un fósforo contra el costado de la pipa, mientras que es
indiscutible que no podemos encenderla en una lámpara sin quemar el hornillo.
El costado derecho es el quemado, de aquí mi conclusión de que su poseedor sea
zurdo. Aproximada vuestra pipa a la lámpara y como sois diestro, veréis que es
el costado izquierdo el que exponéis. Por azar podéis obrar a la inversa, pero
sera una casualidad y no un hábito.En seguida encuentro en el ámbar la
impresión de sus dientes, de lo que deduzco que nuestro hombre es enérgico,
musculoso y dotado de buenas mandíbulas a las llamas. En fin,
este tabaco es mezcla Gosvenar de diez y nueve centavos la onza, y
como puede procurarse excelente tabaco por la mitad de precio, es bien evidente
que no se halla en necesidad de hacer economía".
Evidentemente estos dos personajes, uno de la
realidad y otro de la ficción, se basan en conocimientos y observación apoyado
por un buen poder de síntesis. Si viviesen en la actualidad con los
avances tecnológicos, que todo lo miden, pesan y descifran, harían pasar malos
ratos a la mayoría de la delincuencia.
Contamos con medios técnicos que Vidocq
no imaginó; por lo tanto debemos aprender a utilizar en provecho de la
investigación. Debemos aprender a observar y pensar. En
esa dirección se enfoca este trabajo.
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